La danza o la vida
Isadora
Duncan. Mi vida (Editorial Cénit)
“Nací
a la orilla del mar......Mi primera idea del movimiento y de la danza
me ha venido seguramente de las olas del mar”
Isadora
Duncan revolucionó el mundo de la danza. Creó nuevos códigos de
movimiento y escenografía que cambiarían para siempre la historia
de este arte. ¿Cómo pudo hacerlo? Sin ninguna formación, sin
dinero, ¿cómo consiguió hacer lo que hizo?
Al
leer sus memorias, una descubre un gran personaje extremadamente
original y transgresor. Isadora Duncan relata con todo detalle las
infinitas peripecias de su vida y su trabajo que son un viaje
trepidante por multitud de ciudades de Europa y América, en busca de
lugares donde instalar su escuela o donde presentar sus creaciones.
Hay
en su discurso, y parece que en todos los aspectos de su vida, una
especie de alocada determinación, un firme convencimiento de que su
danza cambiará el mundo del arte para siempre. Y así, el desarrollo
de su obra se convierte en su vida. Durante la infinidad de ocasiones
en que se encuentra en bancarrota, su única preocupación es obtener
fondos para seguir adelante con su proyecto artístico.
Su
danza es rompedora, vanguardista, se desvía completamente de la
rigidez del ballet clásico, que Isadora detesta abiertamente. En la
misma medida es rompedora su vida personal que se salta alegremente
todos los convencionalismos de la época (madre soltera con
diferentes parejas, independiente, irreverente con la moral
tradicional).
Confiesa
Isadora Duncan que le aterró la idea de escribir sobre su vida
cuando se lo propusieron. Lo expresa así al inicio de su libro:
“¿Cómo
ha de sernos posible escribir la verdad acerca de nosotros mismos?¿La
conocemos acaso?”
Y
casi al final insiste:
“Según
voy avanzando en estas memorias me doy cuenta de la imposibilidad de
relatar mi propia vida.....¿Qué lector será capaz de cubrir de
carne el esqueleto que le estoy presentando? Quiero escribir la
verdad, pero la verdad huye y se me oculta a mí misma.”
Esta
búsqueda de la “verdad” parece ser una obsesión suya. El
objetivo de todo su trabajo artístico es que la danza sea reconocida
como la más elevada de las artes, como la expresión máxima de una
suerte de esencia universal que sólo a través del arte se puede
revelar.
Quizás
no por casualidad, esta misma idea es expresada insistentemente por
Martha Graham, la gran coreógrafa precursora de lo que hoy conocemos
como danza contemporánea, en sus propias memorias:
“Lo
que añoro es el ansia de encontrar la vida, la curiosidad, el
asombro que sientes cuando puedes moverte realmente....Te sumerges
completamente en ese instrumento vibrante de la vida.”
Y
también, Stanislavsky, el célebre dramaturgo, explicaba así cómo
le había inspirado la danza de Isadora Duncan (tal y como lo cita ella misma en su libro) :
“En
aquel tiempo buscaba yo ese motor creador que el comediante debe
aprender a colocar en su alma antes de salir a
escena.........Recordando nuestra discusión accidental sobre el arte
y comparando mi trabajo con lo que ella hacía, logré ver muy
claramente que los dos buscábamos una misma cosa por diferentes
ramas del arte.”
No
podemos saber cómo fue la Isadora Duncan “de verdad” que ella
encontraba tan difícil expresar con palabras. La Isadora Duncan que
yo he conocido leyendo estas memorias es una persona fuerte,
valiente, generosa, muy divertida. Y una artista genial, irrepetible.
Isadora Duncan fue una bailarina y coreógrafa estadounidense nacida en San Francisco en 1877 y considerada la creadora de la danza moderna. Escribió también El arte de la danza que se publicó póstumamente en 1928. Murió en Niza en 1927.
Desde luego resulta muy sugerente la personalidad de Isadora Duncan y ese trasiego por Europa y América de esta mujer en una época complicada; pero no menos interesante es ese deseo de contar la verdad sobre sí misma y la imposibilidad de hacerlo: cómo nos vemos, cómo nos ven, qué deducciones se extraen de cada situación y cómo lo contado pasa a ser ficción/realidad. Habrá que leer y encontrar a esa Isadora rompedora e irreverente que asoma en la reseña de Julia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Remedios. Estoy segura de que te encantará su vida contada por ella misma. Un abrazo
EliminarGracias, Julia , por una nueva invitación a la vida. Por extraer y compartir sus ideas que dibujan la intensidad de su búsqueda vital. ¿Cada existencia es como una danza?
ResponderEliminarSí, es una buena metáfora. Gracias, Puri, por seguir el blog y difundirlo. Un abrazo!
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