Un lugar a donde ir

                                     

Leila Slimani. Canción dulce (Cabaret Voltaire)

Atormentada por la impresión de haber visto y oído demasiado de la intimidad de los demás, de una intimidad a la que ella nunca tuvo derecho. Nunca tuvo un dormitorio propio.”

En los países ricos el estado de bienestar y la incorporación de las mujeres al mercado laboral han supuesto que las horas que éstas dedican a las tareas del hogar y a los cuidados se hayan ido reduciendo. Pero, según se refleja en las estadísticas, las horas que dedican los varones a estas tareas no han aumentado en la misma medida. ¿Quién realiza entonces las labores domésticas? ¿Quién cuida a niños y mayores? Mujeres en situación precaria o, en ocasiones, muy precaria.

Mujeres inmigrantes sin papeles o inmigrantes con papeles que en muchas ocasiones han dejado a sus propios hijos en su país, trabajadoras sin contrato ni cobertura social o legal de ningún tipo. Mujeres pobres cuya única cualificación es la de saber hacer las tareas para las que tradicionalmente se ha educado a las mujeres.

Sobre esta realidad aplastante, Leila Slimani construye una historia que tiene todos los ingredientes de una tragedia.

Myriam y Paul, una pareja de clase media, tienen una hija y un hijo pequeños. Ella quiere retomar su carrera profesional que abandonó durante los primeros años de su maternidad. Buscan niñera.

Sin papeles, no......No quiero a una persona que tema llamar a la policía o ir a un hospital en caso de una urgencia. Aparte de eso, que no sea demasiado mayor, que no lleve pañuelo y que no fume.”

Con un lenguaje sencillo, sin adornos, Leila Slimani logra una gran expresividad en su narración. Consigue hacernos cómplices de los más ocultos pensamientos y sentimientos de los personajes: su angustia, sus miedos, su culpabilidad.

La historia se convierte en un thriller psicológico en el que los estados de ánimo se nos muestran como efecto directo de las tensiones de nuestra sociedad, como resultado inevitable de prejuicios, injusticias y desigualdades de clase, de género, de poder.

Pone sobre la mesa, de manera desgarradora, las contradicciones de la relación entre una niñera y la familia para la que trabaja. Se le exige una intimidad total con los niños sin llegar a formar parte de la familia, sin tener vida propia ni, tal vez, un lugar a donde ir.

Myriam y Paul encontrarán a la niñera ideal. A muy alto precio.

Una novela redonda. Inquietante.



Leila Slimani es una escritora y periodista marroquí nacida en 1981. Canción dulce es su segunda novela y ha sido galardonada con el Premio Goncourt 2016.

Comentarios

  1. Gracias Julia. Tu presentación hace que apetezca leer la experiencia de la autora y compartir un retrato de nosotros mismos

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    1. Muchas, gracias, esa es mi intención, que den ganas de leer!! Un saludo

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  2. Es el oculto tema de los cuidados, no ocupan discurso, ni política, no ocupan medios de comunicación… ocupan a las mujeres del mundo y sobre todo a las que tienen menos recursos, posibilidades o han decidido no tener carrera… es la gran propuesta de las mujeres en la actualidad, parar, no atender en un determinado momento a los otros… es la propuesta del 8 de marzo...
    ¿qué pasaría en el mundo si las mujeres dejarán de cuidar a los otros?
    ¿se harían visibles esos cuidados?
    El trabajo de Leila Slimani me recuerda el de Daniela Ortiz, 97 EMPLEADAS DOMÉSTICAS: un libro en el que recopila 97 fotografías sacadas de Facebook de la clase alta peruana en las que aparece en segundo plano una empleada doméstica. http://www.daniela-ortiz.com/index.php?/projects/97-empleadas-domesticas/
    Muy recomendable también!

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    1. Muchas gracias, Gema!! Qué interesante la propuesta de Daniela Ortiz. Gracias por la recomendación. Un abrazo

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